La xilografía y su importancia en el arte y la cultura
La xilografía es la forma más antigua de grabado. Esta forma de arte ha sobrevivido a muchas culturas a lo largo de los siglos. La xilografía, al igual que el grabado en madera o la impresión en bloque, pertenece a los procesos de impresión xilográfica.
La xilografía es un tipo de proceso de estampación. La matriz se talla en un bloque de madera. Así se crea un sello de madera en relieve. La tinta se aplica al sello con un rodillo de goma. A continuación, el papel o los tejidos se presionan sobre el bloque de madera para crear una imagen.
Xilografía en Brasil
La xilografía es una tradición brasileña traída por los conquistadores portugueses. La fácil y asequible disponibilidad de madera, la facilidad para procesarla y los costes generalmente bajos del proceso hicieron que esta técnica se popularizara rápidamente entre la población local. Por ejemplo, se imprimieron grandes cantidades de hojas de calendario y folletos.
Tras la independencia de Brasil, la xilografía se desarrolló principalmente en la región de Cordel, en el noreste del país. Casi todas las xilografías populares brasileñas tienen su origen en la literatura de la región de Cordel. Entre los artistas más importantes de la «Academia Brasileña de la Literatura del Cordel» figuran Gilvan Samico, José Costa Leite, J. Borges, Amaro Francisco y José Lourenço.
Historia
El término «xilografía» procede de las palabras griegas «xylon» y «grafo», que significan madera y escritura (o grabado). La xilografía es uno de los procesos de impresión más antiguos que se conocen en el mundo.
La primera xilografía conocida se realizó en China en el año 868, y en Egipto ya existían grabados en madera para tejidos, realizados en los siglos V y VI d.C. Los primeros grabados sobre papel datan del siglo VIII d.C. Los coptos, originarios de Egipto, llevaron las xilografías a Europa, donde se producen desde el siglo XIV. Una de las obras más antiguas que se conservan hoy en Europa es la «Madonna del Fuoco», que puede admirarse en la catedral de Forlì (Italia).
La técnica del grabado en claroscuro, que utilizaba dos, tres o cuatro tipos de madera diferentes, se desarrolló en el siglo XVI. Con la difusión de la imprenta, esta técnica ofreció una nueva forma de ilustrar los libros. Pero la xilografía también llegó al arte, como demuestran de forma impresionante las obras de Alberto Durero de principios del siglo XVI.
En los siglos XVII y XVIII, el grabado en cobre fue sustituyendo poco a poco a la xilografía. No obstante, algunos artistas siguieron utilizando esta última posteriormente.
A principios del siglo XX, Adolfo De Carolis propició un espléndido renacimiento de la xilografía en Italia.
En Brasil, J. Borges, de Pernambuco, obtuvo reconocimiento mundial. Esto le abrió las puertas a exposiciones en el extranjero. En 1992, sus obras se expusieron en la Galería Stähli de Zúrich y en el Museo de Arte Popular de Santa Fe, en Nuevo México. Le siguieron otras exposiciones en Europa y Estados Unidos. En 2002, fue uno de los trece artistas seleccionados para ilustrar el calendario anual de las Naciones Unidas. Su xilografía «Vida en el bosque» abre el año en el calendario.
También cabe mencionar a José Lourenço Gonzaga, nacido en Juazeiro do Norte, en el estado de Ceará. Como educador, ha contribuido enormemente a la formación de varias generaciones. Su influencia se extiende al rescate histórico y a la revitalización de la Lira Nordestina, así como a la práctica técnica y artística de la xilografía.
Técnica
La xilografía es una técnica de impresión calcográfica que se imprime sobre papel u otros soportes adecuados. Puede compararse con un sello. Se talla una imagen en un trozo de madera de unos centímetros de grosor con un cuchillo o buril. Así se crean crestas y zonas que absorben la tinta durante la impresión y la transfieren al papel. La matriz de madera resultante se denomina corte negro. El proceso posterior de impresión tipográfica solía hacerse manualmente, y más tarde mediante prensas de impresión.
«El hombre de campo es ante todo un hombre fuerte»
Las palabras de Euclides da Cunha se aplican más que nunca a los esfuerzos de la gente del Nordeste, que fundó la Academia Brasileña de Literatura de Cordel (ABLC) el 7 de septiembre de 1988. Su objetivo: difundir y proteger el arte del Nordeste por todo Brasil y el mundo.
La encantadora sede de Río de Janeiro, en el también pintoresco barrio de Santa Teresa, alberga más de 13.000 cordeles de poetas del Nordeste de Brasil.